La verdad es que por mucha civilización que tengamos (que, como vimos en una entrada anterior, no es cierto), por mucho que presumiblemente nos estemos alejando de la esencia natural como seres animales, hay comportamientos por los que no han pasado los milenios de historia y que se mantienen intactos. El único cambio que hemos podido experimentar concierne al ámbito donde se dan esos comportamientos, pero no la esencia del mismo.

¿Que somos? ¿Que conforma el mundo?. El mundo (todo, incluyéndonos a nosotros) está formado por agrupaciones de átomos. Enormes cantidades de ellos para formar cualquier elemento de nuestro mundo. Nosotros también somos ingentes cantidades de átomos andantes. Al hilo de esto, comentar que hace poco se descubrió el Bosón de Higgs, partícula encargada de proporcionar una entidad corpórea gracias a que alrededor de ella, se "agolpan" nuevos átomos permitiendo así la formación de Masa. A Higgs le dedicaremos un artículo próximamente, por que da para escribir libros.

En el juego azaroso que parece ser el Universo, hemos venido a dar a esta tierra y tomado la forma que tenemos hoy. Pero solo somos átomos que chocaron entre si. De la mayoria de esos choques, resultaron rechazos y, la minoria, se quedaron juntos para seguir conformando masa.

Se puede afirmar que esa actitud atómica condiciona el comportamiento de la humanidad. Pero ya veremos como...

Millones de años despues de la formación de la Tierra, eran los organismos unicelulares los que, en medio de un planeta en llamas y en condiciones muy adversas, pedían a otras células, espiroquetas y demas elementos que se quedaran con ella. Es por eso por lo que Punset en su libro "El viaje al amor" afirma que el Amor existió antes que el sexo. La necesidad de estar con otro organismo para protegerse y aunar fuerzas.

Miles de millones de años después de aquel panorama, nos vemos aquí ahora y... Nada ha cambiado.

Hace unos días estuve en una discoteca en Sevilla (España) mientras observaba la actitud de la gente que allí disfrutaba. A pesar de que quería entregarme a la noche y dejar el nivel de conciencia biológica a un lado, no pude resistirme a apoyarme en la barra y observar. Y efectivamente, la actitud de los organismos multicelulares que somos no difiere en absoluto de aquellas celulas solitarias ni a la actitud de aquella esencia atómica que nos formó.

Pienso que no hay mejor representación terrenal de la actitud de los átomos, que el percal vivido en una discoteca donde los átomos son las personas que se acercan entre si. De la mayoría de encuentros, como con los átomos, resultan rechazos. De la minoría, uniones. Pero poco importa el rechazo cuando estás rodeado de cientos de personas alrededor. Aun así, los átomos lo tienen mas fácil: Cada uno de ellos está inmediatamente rodeado por miles de millones de semejantes y el resultado de la relacion con ellos (si es de rechazo o de unión) lo obtenemos en millonésimas de segundos. No obstante, tengo algún amigo que supera de lejos a los átomos :).

Como vemos, nada ha cambiado. La esencia atómica y celular nos condiciona.

Evidentemente hay un componente biológico en el comportamiento actual. Pero el objetivo de esta entrada es establecer paralelismos entre el mundo de los átomos y el mundo macroscópico de la realidad diaria en que vivimos. Luego, hay pasos intermedios, como la propia biología y todo lo que conlleva (sexo, atracción, necesidad, etc). Pero ese tema lo trataremos en el futuro.