Los de mi generación (mediados de los 80), se acordarán de aquellos rumores o comentarios que venían de la mano de la llegada del nuevo milenio. A partir del año 2001 habría coches voladores, robots y un sinfín de inventos que nos facilitarían la vida. Y todo gracias a los avances de la ciencia y la tecnología aplicadas a la sociedad. De toda esta última frase todo sería cierto, excepto por el detalle mas importante: esos avances jamás se aplicarían a la sociedad. Nuestra vida cotidiana sigue siendo la misma que hace 20 años, (el hecho de que nuestra tele sea mas fina y nuestra consola sea hiperrealista, no me vale).
En lo mas importante, la tecnología no ha llegado a nuestras vidas. Tenemos dos ejemplos que me vienen a la mente:
Google desarrolla un coche que se conduce solo |
Voy en un coche y miro la raya blanca que separa los carriles. Pienso en que el conductor es solo una persona, sensible a padecer un desmayo, infarto o cientos de razones para perder el control del vehiculo. Ante esa posibilidad, tenemos una ralla pintada en el suelo para separar carriles. Durante mas de un siglo esas rayas separan la vida de la muerte. ¿Lo veis normal, en serio? Yo no.
Hoy en día la siniestralidad en carretera existe por que quieren que exista. Por que supone un negocio multimillonario para empresas de automovilismo, talleres, seguros, etc. Si no existieran los accidentes, ¿de que vivirían?. Hablamos, sin duda, de uno de los múltiples brazos de lo que yo llamo la industria de la muerte.
Y es que desde hace años no sería nada complicado aplicar varios mecanismos a los vehiculos para que estos no colisionen entre si. Detectores, radares, manejo automático del vehiculo por GPS, etc. Ya hay coches que viajan sin chofer dentro. Vacíos. Todo esto sin hablar del nitinol, un metal que, aplicándole calor, recupera su forma original. Por ejemplo, tienes un accidente y tu coche queda deforme por los golpes. Pues un coche hecho de este material, bastaría con darle calor para que recupere, solo, su forma original. Cero gastos para arreglar todo lo que sería la carrocería del vehiculo. Pero no. Te tienes que aguantar y pagar un arreglo con tu sueldo recortado...
Un muñeco que te dice cuando puedes pasar |
Otro ejemplo son los semáforos. No puede ser que sigan esos patrones prefijados durante años. Hoy en día podrían hacer semáforos inteligentes, que cuando llueve o haga mucho frío, de prioridad al peatón, que se desplaza a la intemperie. A veces hay que esperar un minuto y medio para poder cruzar. Y da igual que sea verano o invierno. No tienen en cuenta ninguna variable climatica ni de tráfico. Un esperpento e irrisorio sistema en estos días del siglo XXI.
Asi, hay miles de ejemplos. Soluciones que ni siquiera tendrían por que ser caras. Pero si ni siquiera aun tenemos todas las ciudades adaptadas para las personas con movilidad reducida (algo básico, de puro sentido común), existiendo barreras arquitectónicas a tutiplén, ¿qué queremos?.
Pues así nos crece el pelo. Con una forma de vida igual que la de hace 20 años. Muertos en carretera, peatones muertos de frío esperando que un monigote verde le diga que puede pasar, escalones insalvables para personas con dificultades, etc...
El monetarismo es el mayor freno del desarrollo. La existencia del dinero representa un yugo que la humanidad se ha autoimpuesto como verdad. Pero que sin embargo, no es tal.