En estos tiempos de incertidumbre, donde nos replanteamos incluso las bases en las que hemos sido educados, como es la democracia... ¿No os habéis preguntado nunca por qué podemos elegir todos los ciudadanos quién sale de la casa de Gran Hermano, pero no podemos elegir las leyes que afectan a nuestra convivencia entre todos?
La respuesta es obvia, y no es otra que la de siempre: aquellos que tienen la sartén por el mango quieren seguir teniéndola.

Sin embargo, el carácter imparable de la tecnología y de la cultura (esta última gracias a Internet, sobre todo), nos hace pensar, cada día a mas personas, por que se dan este tipo de situaciones en esta, nuestra sociedad.

No saben que ni siquiera hay necesidad de ser representados

Podemos elegir ropa, comida, amistades y algunos incluso pareja. Sin embargo, no podemos decidir sobre lo que realmente transciende. Antes era imposible. No había medios tecnológicos para poder hacerlo y se recurría, por tanto, a la figura del representante. Eso era genial, hace 30 años. Hoy en día realmente tenemos la capacidad tecnológica y cultural para hacerlo.

La clase política lo que está dejando en evidencia con su perpétua intención de eternizar el sistema actual, es su no creencia en la democracia en toda su extensión. Son sabedores de que el poder lo tienen ellos. Supuestamente en representación de los ciudadanos, pero ¿que razón de ser tiene éste si el ciudadano no necesita de representación?.

En medio de incontables síntomas caducos de este sistema electoral, podemos experimentar como las personas tienen un abanico amplísimo de opiniones que les son imposibles conciliar en un determinado partido. Y sin embargo casi toda la "oferta" electoral se resume en dos grandes partidos, relegando al anonimato al resto de propuestas en los mass media.

El sistema de representación está caduco

Nada de esto tiene ya sentido. Muchas personas afines al PSOE podría tener excepciones que se acerquen mas al PP y viceversa. ¿Por qué esclavizarnos por 4 años a un programa electoral, que para colmo incumplen sistemáticamente, si tenemos la capacidad de elegir por nosotros mismos de manera telemática entre las distintas propuestas de las plataformas ciudadanas, partidos, etc?

Mi conclusión es que quienes nos han vendido que la democracia es el mejor sistema posible, son los que menos creen en ella. Son los que, cuando la tecnología permite que el poder total sea transferido al pueblo, hacen lo posible por no bajarse de su posición social. Se convierten con ello en la antidemocracia encarnada, en la contradicción permanente y en el emblema de la sinrazón y la usurería.